Friday, October 06, 2006

 

Love, Canadian style

Friday, February 25, 2005

Una mansión color ladrillo en un estilo entre italiano y provenzal frente a una bahía tropical en Miami, con una piscina enorme iluminada que con su resplandor como que no deja ver el enorme yate que esta amarrado al muelle del fondo del jardín. Luces indirectas por todos lados, un bar abierto dispuesto para los invitados a un costado de la terraza de piedra rosada, atendida por un guapo barman de pelo negro y facciones latinas. Un perro pastor alemán amarrado, pero aún así alegre y juguetón en un rincón del enorme jardín, para evitar que lamiera a los invitados o se comiera los canapés de ternera con tomate seco. Música suave que emerge de algún lugar entre las plantas tropicales del jardín.Charlie, el dueño de casa, preocupado de que los manjares fluyan hacia los invitados en óptimas condiciones, los camarones en su punto con la salsa fresca, los sándwiches calientes a la temperatura perfecta. Amables sonrisas y conversación de negocios. Michael, el otro dueño de casa, también sonriendo amablemente y conversando de altas finanzas y política con sus amigos y colegas invitados a este cocktail al anochecer en la costa del sur de la Florida. Another night in the tropics.Michael y Charlie tienen certificado de matrimonio emitido por alguna autoridad de Canadá que los certifica como marido y marido. Están casados ante la ley y frente a sus familias, incluyendo la expansiva suegra de Michael, que llegó de Italia a Vermont siguiendo a su marido americano, el padre de Charlie. La familia de Michael en Nova Scotia fue la anfitriona del gran evento que fue el casamiento de estos dos guapos casi cuarentones. Y hoy ambas familias son asiduos visitantes de la mansión en la costa de Florida, especialmente en los días de febrero en que los fríos en Vermont y Nova Scotia son insoportables.Hace tiempo que el Huracán quería conocer a Charlie, después de años de conocer a Michael y hacer negocios con él. Guapo el chico, aunque en ese aspecto nothing to write home about, bien tenido, simpático, algo afeminado, in a sort of masculine way… Ciertamente alguien como para llevar a casa y presentar a su familia. Profesor de un exclusivo colegio privado, culto y muy urbano. Alguna vez corrió maratones, lo que se nota en un cuerpo todavía muy estilizado que se ve muy bien enfundado en pantalones Armani negros y una camisa de seda blanca algo suelta.Para variar el Huracán era percibido como el Ultimate Breeder, el latinoamericano que viene del país más conservador de America del Sur, casado a temprana edad y que ha estado criando niños desde que tiene memoria. Alguien preocupado de colegios y universidades, traumatólogos y ortodoncia. El que compra cosas en Gap y en cuyo hogar los días sábado la compra de zapatillas Nike ocupa el lugar de la búsqueda de grabados de nuevos artistas latinoamericanos en el Design District de Miami. Donde el perro tiene el objeto de hacer feliz a un niño, es querido por todos y se le deja que pase la lengua por donde quiera. Dónde la ropa del Huracán no combina muchas veces porque en el caos del lavado, secado, planchado y despacho de alto volumen de una familia a veces la prenda precisa va a parar en el closet equivocado.Frente a los poster boys del matrimonio gay, al Huracán se le ve como un dinosaurio que seguro acepta estas cosas del siglo 21 a regañadientes, que no puede ser liberal si viene de Chile, el país donde los curas y los milicos tenían a todos marchando y rezando ave marías. Nadie se imagina que el Huracán es el más relajado con el tema de que estos chicos guapos estén casados. Más relajado que el guapísimo chico brasilero de 28 años que acaba de ser padre, quién sonríe educadamente pero no sabe que decir. O que el venezolano de 45 años que cree en la reencarnación y le dijo al Huracán en voz baja que caminara con el culo hacia la pared porque los dueños de casa lo habían mirado con cara de lujuria. Nadie se imagina que el Huracán estaría en su salsa con estos dos y sus amigos de fin de semana, y que probablemente tienen algún amigo en común.Pero el Huracán no se atreve a salir de la penumbra del closet frente a esta linda pareja, porque no quiere tener que dar explicaciones de nada a nadie. Explicar los matices, las emociones, la historia, la imposible falta de esquemas clásicos. El Huracán problema para todos, para los proponentes del matrimonio gay como una institución simétrica al matrimonio hetero, un problema para los que se oponen a los matrimonios gay, un bicho raro que desafía los encajonamientos y las etiquetas. Y el Huracán tiene que seguir conviviendo y haciendo negocios con Michael, con quién una salida del closet podría causar un. nivel de tensión importante. O generar una amistad. Porque se entienden a las mil maravillas a pesar del fuerte prejuicio que Michael tiene acerca del Huracán.En quince años más, cuando Michael y Charlie estén tristes por haber tenido que poner a dormir permanentemente al pastor alemán que alegra sus vidas hoy, como le acaba de pasar a una pareja gay amiga que vive un poco mas al norte, el chico brasilero va a estar sufriendo porque su dulce hija se ha convertido en un monstruo adolescente y el Huracán probablemente va a estar bajando una montaña a 90 kilómetros por hora enseñándole a sus nietos como sacarle un orgasmo a un polvo en la nieve, digo, a la nieve polvo. Por ahora, el Huracán, consultando con el lado oculto de la luna, preferiría ser mentor del chico brasilero a pasarse los sábados buscando descubrir al genio desconocido del arte latinoamericano. Mentor al estilo griego, pasándole la sabiduría acumulada y compartiendo la cama y los deportes, desnudos en el campo de juegos… ¶ 9:16 AM

 

Etiquetas sexuales

Thursday, February 24, 2005

¿De que se trata ser homosexual? Cuesta un poco definirlo, y me gustaría tener la seguridad de algunos para decir que es una cosa tan clara e indiscutible. Pero me queda claro que no es el gusto por el tipo de sexo que las mayorías de la calle piensan que es sinónimo con ser maricón, es decir un macho montándose a otro macho, y teniendo sexo anal. Ese sexo es un lío, requiere lubricantes artificiales, posiciones incómodas y también es cierto que los tamaños de las anatomías no coinciden. No hay mucha elasticidad como para que las cosas se ajusten sin enormes dolores. Y por último, discúlpenme la falta de delicadeza, siempre puede terminar todo hecho mierda… No estoy diciendo que el sexo anal sea anti-natural, ni tampoco es la idea darle combustible a los curas que nos quieren mandar a la hoguera para reservar esas prácticas a la privacidad de las sacristías y seminarios. Simplemente estoy diciendo que no es parte de la esencia de la homosexualidad como piensa las mayorías.Por otra parte, quiénes me conocen saben que me cuesta mucho aceptar las etiquetas sexuales que por ahí se trata de imponer, y con las cuáles se trata de rayar la cancha, limitando lo que es comportamiento políticamente aceptable de acuerdo a la etiqueta que se te asigna. Las etiquetas de “hetero”, “gay” o “bisexual” no son para mi mas que puntos de referencia en un espacio de varias dimensiones donde puede caer la sexualidad de cada uno. Bueno, si eso lo dijo Kinsey hace tiempo, aunque para el la cosa es lineal, para mi que tiene mas ingredientes y es multidimensional.Ayer llegó mi mujer de un largo viaje, con mis tres hijos. Hacía más de tres semanas que no nos veíamos. Periodo en el que he estado instalado solo en una ciudad llena de hombres que parecen andar en celo buscando otros hombres. Como cualquier ciudad del mundo pero con clima tropical, concepciones sociales desprejuiciadas, prosperidad y con un gran número de turistas buscando emociones fuertes. Es decir, en Miami el que no tira es porque no quiere.La vi salir de aduana y se me iluminó el día, es una mujer lindísima con medio siglo a cuestas que nadie se imagina que tiene. Me entusiasmó igual que cuando me enamoró con la mitad de la edad que tiene ahora, y de golpe recordé porqué mi vida se armó como se armó.Llegaron temprano, cansados. El día anterior había estado preparando todo para la llegada, comprando las comidas que a cada uno le gusta, limpiando y ordenando todo para que les resulte agradable la estadía. Pensando las cosas que haríamos juntos y tratando de despejar tiempo para pasar con ellos.Tomamos desayuno, uno bueno, con todas las provisiones que había salido a recolectar el día anterior. Y decidimos que todavía lo mejor que podíamos hacer era volver a dormir. Con mi mujer tenemos un acuerdo no escrito sobre que lado de la cama le corresponde a cada uno. Yo el izquierdo, ella el derecho. Llevamos décadas así.Nos acostamos abrazados para descansar, pero, por primera vez desde que tengo memoria, en los lados cambiados de la cama. Porque en todo este tiempo había tomado la costumbre de instalarme en ese lado por la ubicación del reloj despertador. Nos quedamos abrazados medio dormitando, y al poco rato hubo que enfrentar la dura evidencia de mi entusiasmo. Fue delicioso y terminamos cada uno en el lado correcto de la cama.El sexo con una mujer es fácil, fluido, no hay incomodidades. Está todo hecho para que sea así. Claro, si de eso depende la supervivencia de la especie. Puede ser bueno, malo o atroz, al menos eso he sabido, porque atroz no me ha tocado. Soy hombre de una sola mujer, supongo que a veces puede ser atroz.¿Será que el Huracán se volvió heterosexual y está convirtiéndose en un renegado? NO, por ningún motivo, pero no le pongan etiquetas a un huracán, que se va a volar. Si mientras dormitaba abrazado de nuevo, al lado correcto de la cama, no podía dejar de pensar que tenía que llamar a Steve, el Californiano.El día anterior sonó mi celular a eso de las tres de la tarde. Era Steve, que me llamaba desde su solitaria casita a orillas del Main, y le dije que no podía hablar con él en ese momento porque estaba en el medio de una discusión con un vendedor de autos. Me dijo que lo llamara al día siguiente, porque ya se iba a la cama. Si, Steve se acuesta con los pollos. Disfruté cada segundo que oí su voz, maldije el momento que se me ocurrió ir a mirar autos, y anoté mentalmente que lo tenpia que llamar al día siguiente. A mi amigo Steve, que es el hombre a quién mas amé alguna vez. Con quién el sexo era mediocre, difícil, esforzado porque nos queríamos. Siempre le impuse que mi lado de la cama era el izquierdo sin derecho a discusión. El siempre dormía sólo, por lo que no había rollo con eso.Y a pesar de lo mediocre del sexo, lo amé por años y años, y todavía vibra algo en mi cuando oigo esa voz. Lo amé mas que a Andrew, que a Keith, que a Karl el Boer, y que a José, el que hoy es ex-cura.Y es ese amor el que me demuestra que soy, entre otras cosas, homosexual. Que tengo una sensibilidad distinta de otros hombres por ahí que se acercan mas a ser etiquetables como heterosexuales. Que mi sensibilidad se parece más a la del tipo de la oficina de enfrente que es gay fuera del closet y casado con libreta con un campeón de natación.Y si no hubiese llegado a tener sexo anal en toda mi vida, igual sería homosexual, a pesar de las percepciones populares. ¶ 3:43 AM

 

¿Saliendo del closet?

Sunday, February 20, 2005

A pesar de la gripe que me está agarrando de a poco, y que me hace sentirme como la mierda, ayer a media tarde tuve una cita de esas que uno se arma por internet. Hace tiempo que conocí a José en un chat, un abogado latino que dice ser argentino. Ha sido muy insistente desde aquella vez en que le dije que si, que podríamos conocernos, meses atrás.
Me pilló ayer a mediodía en internet y me mandó un mensaje con su número de teléfono para que lo llamara. Me dejé convencer de juntarnos a tomar un café. Propuso un Starbucks de vecindario, tranquilo, que queda por el West Avenue de South Beach. Partí arrastrando los pies, después de una buena ducha para despertar bien e intentar sacarme la gripe bajo el chorro caliente. Mientras el chorro casi hirviendo me corría por la espalda haciéndome sentir vivo de nuevo, no podía dejar de pensar que hubiera preferido quedarme bajo la ducha y después meterme a la cama, y a lo más llamar a un masajista que me hiciera sentir un poco mejor. En particular a un estonio rubio de lindos músculos marcados que se ofrece en internet para hacer masajes “legítimos” a hombres. No me la creo que sea tan legítimo, si lo fuera para que mostrar tanto músculo en el aviso. Así que partí a South Beach, convencido de que iba a ser una pérdida de tiempo.
Cuando me acerqué en el auto al Starbucks pude ver a José sentado solo en una de las mesas que habían sacado a la calle, justo frente al ventanal del café. Se veía bastante parecido a su foto, claro, considerando que esa foto debe haber sido aquella en la que mejor ha salido en la historia. Un latino con el cuerpo descuidado auque delgado, con una gorra de béisbol que seguro ocultaba una cabeza medio calva o un mal corte pe pelo.
Después de estacionar llegué a saludar a mi nuevo amigo, que me respondió efusivamente. Tuve que entrar al Starbucks a comprar algo para tomar mientras José cuidaba la mesa. Ahí fue que me di cuenta de que ese Starbucks en particular atrae a los jóvenes mas lindos que he visto desde que estoy en esta ciudad. Realmente interesante, no eran esas muscle marys de Lincoln Road, sino que tipos de verdad, comunes y corrientes, pero lindísimos. Dos de ellos estaban instalados con sus laptops chateando en las mesas cerca de la ventana. Otros circulando o comprando café. Por un momento me olvidé de lo mal que me sentía.
José trabaja en el mismo edificio que yo, en otra empresa, claro. Cuando me dí cuenta de eso no tuve problema en hacerle notar la coincidencia y decirle que la próxima vez nos veríamos en el ascensor. Al rato ya teníamos claro para que empresa trabajaba cada uno y nos estábamos preguntando por conocidos. ¿Será que estoy saliendo del closet? A veces me da lo mismo contar quién soy, que hago y que soy gay. Que estoy casado pero por el momento viviendo por mi cuenta, que mi mujer sabe mi cuento desde que se lo conté hace mil años porque no hubiera resistido vivir mintiéndole todos los días. Que a pesar de eso no tengo pololo, ni me la paso buscando hook-ups en una ciudad donde parece que todos estuvieran buscando sexo.
José se quedó mudo cuando le dije todo esto, hasta que finalmente comentó que le sorprendía lo abierto de esa relación y forma de vivir. Claro, no es tan abierta, las cosas que yo haga se dan por entendidas, pero no puedo llegar a la casa a presentar un amiguito. No de nuevo.
Mi sorpresa mayor fue darme cuenta de que José tiene una fantasía con los chilenos casados y machotes, creada hace un tiempo por cortesía de un abogado chileno casado que conoció en una convención en Europa y que le dio con todo durante la convención, tanto que lo dejó adolorido. Me reí por la intensidad de la descripción que hacía José de esa experiencia, y más todavía cuando me contó que todavía se pajea pensando en eso. Claro, el chileno desapareció del mapa después de la convención, sin conciencia de que dejó a José con ganas de enamorarse, o de por lo menos quedar adolorido de nuevo. La paranoia del abogado era tal que ni le dio su mail a José, a pesar de que José si se lo dio a él. José piensa ingenuamente que AOL le ha desviado los mails pensando que son spam y por eso no le han llegado, no pierde la esperanza. Mientras tanto el chileno seguro está en Zapallar con su familia tomando sol y yendo a misa, pensando si cuando se confiese la va a contar al cura lo que hizo en Europa. José me invitó a tomar un café a su departamento, nada de sexo, me dijo. Extraña invitación para hacer en un Starbucks, donde café no falta. De verdad me sentía muy mal por la gripe y no estaba en condiciones de un remake de la fantasía de este hombre. Le dije que lo dejáramos para otro día... ¶ 12:56 PM

 

Musica y tierra firme

Sunday, February 13, 2005

Hace ya un rato que estoy en Miami. Tranquilo, libre para hacer lo que quiera y lo que me ha dado la gana hacer es comprar un poco de música, un libro de cocina y unos accesorios para mi computador. Instalarme a escuchar la música para viejos que compré, disfrutando de la vista espectacular que tengo y comer cosas livianas preparadas con paciencia en la cocina. Y me falta tiempo. Para también ir al gimnasio y salir a caminar por la orilla del mar. Pero ya me estoy organizando para hacer esas cosas una vez que tenga lo demás bajo control.A mediodía fui a conocer la lavandería del barrio, para llevar a lavar mis camisas y limpiar los pantalones sobre los que derramé un poco de chianti anoche. Me senté a tomar una copa de chianti después de comer, escuchando música, y en un momento se me apagó la tele, y la copa empezó a deslizarse entre mis dedos, imperceptiblemente en un comienzo, hasta que un brusco giro y derrame de líquido me despertó. No pasó a mayores, y no pasó nada grave en el sofá ni en la alfombra. Opté por seguir durmiendo en la cama. Ayer hacía frío en Miami, además estaba ventoso, por lo que no tenía la ventana cerrada. Por eso me dio sueño, claro, y por el chianti. Creo que mejor sigo con mis conocidos merlot y shiraz. Aunque el chianti tiene algo que va bien con el trópico.Me ha resultado bien volver a escuchar música de viejos, Pink Floyd, the Wall. Era mejor la música de antes. También me traje un Simon and Garfunkel, ese que tiene todos. Que lindo escuchar lo que cantábamos envueltos en mantas, medio borrachos, alrededor de la hoguera en los setenta. Trae recuerdos dulces. De pelo largo y pantalones sueltos, claro, sueltos en la parte de abajo, porque no andábamos mostrando la marca de los calzoncillos en esa época. Bueno, ni marca tenían los calzoncillos, por lo menos no visible. O eran Victoria o alguna marca de calcetín. Pero no una para lucir con todas sus letras en una banda elástica por encima del cinturón como lo hacen hoy con los Tommy Hilfiger y los Calvin Klein. Ahí estuvo mal Victoria, seguro desapareció, pensando que su negocio era fabricar calzoncillos, transformar la materia prima en productos terminados, ser industrial. No se dieron cuenta que eso lo hacen mejor y más barato los chinos. Y que la generación que ahora compra calzoncillos no está buscando la prenda utilitaria y bien hecha que ellos hacían, sino que la que tiene la marca a la vista, marca que sea conocida. Pero fabricada muy barata en China, con un gringo marketeandola y cobrando la mascada del león por la marca. Porque si la banda del calzoncillo que se asoma por encima de la cintura del baggy jean(¿se le podrá llamar cintura si va sobre la nalga?) dijera “Textil Victoria-Puente Alto”, seguro no sería tan cool como los 2xist o los Tommy Hilfiger. No hay marca. Y pensar que con el mismo nombre los gringos desarrollaron un tremendo negocio de ropa interior, poniéndole cabeza a lo que quería el consumidor y no a transformar materia prima: Victoria’s Secret.¡Que lección en globalización y economía moderna surge de los calzoncillos! Los subdesarrollados insistimos en querer industrializarnos cuando los desarrollados hace rato que le están mandando la industrialización al Asia, quedándose en los países desarrollados el verdadero valor agregado, las marcas, las ideas, las distribución, el diseño, los conceptos. El poder de la mente, de la imaginación, no el de las manos, o de la fuerza bruta. Seguro que van a aparecer los revolucionarios que van a protestar y llamar a esto explotación. Y ya lloraremos sobre la leche derramada en vez de pegarse el salto y ponerse a crear.También me compré Want One de Rufus Wainwright, y por si necesito algo romántico, Love Songs de Elton John. Dos tipos que componen lo que cantan, los dos son maricones, los dos son geniales. Pensar que en una época y en algunos lugares todavía, los hubieran arrojado a la hoguera. La música buena sale de gente especial. Lo de Pink Floyd, de la locura de Syd Barrett, de la voladura de las drogas de los sesenta, es “rock psicodélico” según lo clasifican por ahí. ¿Es eso sinónimo de composición bajo el efecto del LSD? Puede ser, pero la sola música es una volada… sin siquiera una gota de merlot en el cuerpo.Hoy me junté a tomar un café con un español, de treinta y tantos que vive por estos lados, uno que conocí en un chat que trabaja en sistemas. Bien pintosito se veía en las fotos, y en persona también. Buenas perspectivas tiene esto, pensé. Pero a los 10 minutos de oirlo hablar quería salir corriendo. No me va la poca inteligencia ni la inseguridad por lindo que sea el sujeto. Además me ponen muy nervioso los brazos de hombre afeitados. Menos mal que nos juntamos a tomar un café solamente. Decidí dedicarme a cosas más productivas que andar conociendo bichos de esos. Si llego a conocer a alguien, que sea por azar. Que juegue el destino. No me da la gana salir a levantarme a nadie, por mas que estas ciudad está llena de cuerpos esperando ser tomados. Y no es que este Huracán ya no atraiga, por el contrario, mientras caminaba por Coral Gables me sentí mas que observado varias veces… Me alegra estar en una edad en que la líbido la controlo yo, y no viceversa… Parece que el Huracán tocó tierra firme. ¶ 3:56 AM

 

Orgasmos

Thursday, February 03, 2005

ColoradoUn estado en el medio de USA, mi favorito en ese país. Curioso que me guste un estado lleno de montañas, ya que montañas no faltan en Chile. Para que salir a buscarlas por otros rumbos, dirá alguien. Pero lo lindo es que cuando nuestras montañas estan en pleno verano, bajo un sol radiante y derritiendo sus hielos para regar los frutales del Valle Central, las montañas de Colorado están pintadas de blanco por la nieve. También me gustan las montañas de Colorado y Nuevo México porque son montañas vivas, pobladas, llenas de pueblitos a mucha altura sobre el nivel del mar. No como los Andes Centrales chilenos, que apenas tienen unos poquitos pueblos a media altura. Prácticamente los únicos pueblos a alturas mayores de los 2.000 m.s.n.m. son Farellones y los campamentos mineros de Codelco. En Colorado hay muchos pueblos a esas alturas, y se encuentran en “valles” altos o en planicies de mucha altura. En realidad sólo la mitad oeste del estado esta ocupado por montañas, y hay algunas que alcanzan alturas respetables, aunque enanas en comparación con los Andes que tenemos en el patio trasero de nuestras casas. La capital de Colorado es Denver, una ciudad que desde hace años mi mente relaciona con la imagen de un pueblo del oeste americano, de calles anchas y polvorientas, con edificios bajos de ladrillo o madera, carretas tiradas por caballos y jinetes transitando entre peatones intentando ser elegantes y urbanos pero que a la primera que se descuidan meten los zapatos de charol en una plasta de caballo. Todo esto con un fondo de música de western italiano, la tierra temblando por el tráfico de carretas y caballos, y montañas nevadas a lo lejos. A lo largo de esas calles hay bancos con nombre de líneas de diligencia, movimiento incesante, gente llegando a buscar una nueva vida en el oeste, descargando sus bártulos en este nuevo mundo del oeste. Búfalos haciendo temblar la planicie en su loca carrera a ninguna parte, indios libres y orgullosos, enormes planicies planicies intocadas al borde de la montaña.Hoy día Denver tiene un aeropuerto con un perfil modernísimo, que supuestamente imita las montañas de Colorado. Yo cada vez que lo miro me imagino un poblado de tiendas indias, teepees, esas carpas cónicas de cuero de búfalo que usaban los indios de las planicies. Un poblado hacinado, como protegiéndose unos a otros mientras esperan el ataque del general Custer o alguno otro genocida del siglo XIX. El aeropuerto tiene trenes subterráneos, sistemas complejos de movimiento de equipaje, tráfico incesante de aviones y está lleno gente conectando hacia cientos de destinos, que nunca llegarán a ver la planicie de cerca y menos conocer Denver. El centro de la ciudad está poblado de rascacielos con logos de alta tecnología, autopistas de tres y cuatro vías para cubrir los miles de hectáreas de la planicie dónde se ha expandido la ciudad. No quedan búfalos en la planicie, para verlos hay que ir a buscar alguno en una reserva especial, un museo de lo que era la planicie. La unica vez que he visto uno fue por ahí cerca de Nueva York, a miles de kilómetros de Denver. Tampoco se ven indios de las planicies, aunque por una alta suma se puede comprar un penacho de cacique en una tienda de souvenir. La montaña que había de fondo en la imagen épica que todavía hay en mi mente hoy día está llena de centros de esquí de nivel internacional, lugares como Vail, Aspen, Breckenridge, Steamboat Springs o Telluride. Atraen gente de todo el mundo por sus excelentes pistas de esquí y buena nieve seca, pero además de las pistas, por su vida nocturna, restaurantes excelentes, bares, tiendas y actividades para todos los gustos. Hace poco terminó la semana gay de Aspen, ahora están en otra, los X-Games. Los juegos olímpicos de los deportes extremos en su versión de invierno. Snowboard en disciplinas que no se consideran para las olimpíadas, esquí Freestyle y otras competencias por el estilo. Es la semana de los “loquitos”. La semana anterior fue la de las “loquitas”. No se a cual hubiese preferido ir, si a la de las loquitas enfiestadas a ver la útlima moda en ropa de nieve y los culos mas sensacionales moviéndose al son de la música electrónica, o a la de los loquitos, a ver todos esos atletas machotes que se juegan la vida en unas piruetas demenciales para generalmente caer parados. Me da la impresión que el ambiente en los X-Games es algo homofóbico, al menos superficialmente. Porque me consta que algunos de esos machotes atléticos son tan gay como cualquiera de las loquitas de la semana anterior. Pero claro, los X-Games son de ESPN, por lo que se muestra lo que el público quiere ver. Ambiente ambiguo ese de los juegos, me confunde, porque cualquiera de estos competidores puede tener un aspecto totalmente alternativo, muy gay en su estética, y se r un heterosexual himofóbico como el que más. Y otros muy de aspecto tradicional que se morían de ganas de llegar una semanita antes a Aspen con las loquitas. Si me dan a escoger, me quedo con las dos semanas, con las loquitas y los loquitos. Creo que serían unas vacaciones ideales.No estuve ni en una ni en la otra de estas semanas, los X-Games los vi por la televisión desde otro centro de esquí en Colorado, uno mas cerca de Denver al que fui por el fin de semana a detrozar lo poco bueno que le va quedando a mi columna vertebral y a mis rodillas bajando a velocidades demenciales entre obstáculos de nieve, árboles y esquiadores. Leí que esquiar por nieve polvo, la nieve recién caída, profunda, seca y liviana, es como un orgasmo. Lo es, y si la bajada es larga, es un orgasmo que dura mucho as que un orgasmo sexual. Y no necesitas a nadie más para conseguirlo. ¡Es cierto! Nevó el sábado en la noche y me tocó la suerte de ir pasando por el cabezal de una pista difícil, que tenía su nieve fresca totalmente virgen, justo en el momento en que un patrulla de esquí estaba sacando las cuerdas que la bloqueaban para abrir la pista al público. No lo dudé un segundo y me largué por esa mantequilla blanca que vi a mis pies. Que delicia, mejor que muchos orgasmos poco felices, y fueron como cinco minutos de navegar sobre esa superficie de nubes. Hasta que se acabó, y llegué a una travesía para volver al andarivel de base. Larga travesía por un bosque plano, patinando sobre los esquís para avanzar sin pendiente. Valió la pena, la decisión de lanzarme antes de que alguien anunciara la apertura de la pista. Volví a subir y me metí de nuevo por esa pista de polvo. Pero la mantequilla ya estaba toda revuelta, en camino a convertirse en queso, habían pasado decenas de esquiadores y snowboardistas pisoteando hasta el menor espacio que quedaba con nieve virgen. ¿Habrá que tratar así a vírgenes de toda laya? Bueno, me quedó claro que si te abren la posibilidad de ser el primero, ni la pienses y lánzate, porque si te demoras y vuelves después, poco va a quedar que no haya sido recorrido por otros. ¡Y el orgasmo de un polvo virgen es incomparable!Ya se que me van a decir que soy un elitista, que Barro no ha esquiado nunca, y que a quién le importan los figuras orgásmicas de un Huracán pasadito de edad. Pero es mi vida y así la cuento. ¶ 10:51 AM

 

True Jocks

Wednesday, January 26, 2005

Impresionante. Ya van dos e-mails de Keith. Y sigue siendo el mismo, no nos vamos a ver la próxima vez que yo vaya a Nueva York, porque él estará navegando a vela con sus sobrinos en Florida. Keith es del tipo “outdoors jock”, pero de verdad, no de utilería como tantos que vemos en gaydar o gay.com, que sueñan con serlo y salen una vez al año a tener contacto con la naturaleza a través de las ventanas de un hotel del sur, y el resto del año se la pasan encerrados en el gimnasio para al menos físicamente parecer deportistas. Keith es diferente, no entraba a un gimnasio, sin embargo tenía mejor físico que cualquier gym bunny que anda por ahí, y lo consigue a punta de correr, nadar, remar y desafiar huracanes a cruzar lagos a nado, sin intenciones asesinas según me ha dicho.Además escribe como un príncipe. Bueno, quise decir que escribe bien y bonito, en una de estas piensan que me refería al príncipe Harry de Inglaterra quién….¿sabrá escribir ? Porque leer no sabe, o al menos no ha tenido en sus manos un libro de historia contemporánea como para saber quienes eran los nazis. He estado leyendo los artículos que Keith ha escrito en el diario para el cuál trabaja, y me impresiona lo bien que escribe. Claro, no es que cueste mucho impresionarme a mi, pero de verdad se lee muy bien lo que él escribe. Lo que no es fácil, ya que la mayor parte de las noticias suburbanas tienen más que ver con el aumento de la tendencia a la gripe que se observa en los jardines infantiles del condado que con profundos análisis del conflicto entre el mundo islámico y occidente o las implicancias de la globalización en el desarrollo de las minorías étnicas de los países emergentes. No sé si este último tipo de cosa es lo que el preferiría estar escribiendo, tal vez a mi me gustaría, un día le voy a preguntar. Sospecho que él preferiría ser reportero de viajes, y escribir sobre los parques nacionales del mundo y de la posibilidad de que algún día se permita el matrimonio entre personas del mismo sexo en Myanmar. ¶ 1:52 AM

 

Africa

Tuesday, January 25, 2005

Tiene razón Sinister Jazz en que en la mayoría de los grupos con los que uno interactúa es difícil encontrar gente que quiera hablar de cosas sustantivas, no es una particularidad del mundo gay. Pero uno pensaría que teniendo buena parte del mundo en contra, debería ser un grupo humano mas pensante, preocupados de la cosa social. En fin, con mi amigo empezamos a hablar de cosas serias desde la primera vez que nos juntamos, y todavía. La segunda vez que nos vimos, yo con algo de ilusión, me contó que era cura, lo que me ayudó a entender su reacción frente a los comentarios que le hice acerca de la iglesia. Siguió de cura por un tiempo mas, pero un día ya no más, y dejó la burbuja que lo protegía dejando colgada la sotana por ahí. La vida ha sido dura para él desde entonces, pero como dijo un Huracán alguna vez, hay que jugar las cartas que te tocan. La relación que tuvimos duró, fue una buena amistad y algo más. Hasta que se fue a decidir su destino a otro lado, lejos. Cuando volvió, con su destino decidido, seguimos siendo amigos aunque sea para tener con quién hablar de cosas sustantivas.Quiero conocer Sudáfrica. Tal vez algún día, pronto, vaya. Me atrae la historia de la lucha que hubo durante los largos años del apartheid, con esa brutalidad y racismo que parecen sacados de un cuento de terror. Donde a Mandela y al African National Congress se les tildaba de comunistas, y como pudo llegar a gobernar su país después de tanto tiempo preso, una vez que cayó el muro de Berlin. Me intrigan los Boers, la tribu blanca, como se hacían llamar, ya que son una evolución rarísima de gente de origen holandés, muy distintos de los holandeses de Europa. De hecho muy opuestos en su manera de pensar. Holandeses que son una maravilla de tolerancia, contrastaban con el racismo descarado de los boers.Un vez conocí a uno, un sudafricano blanco, que hablaba afrikaans e inglés. Nos conocimos en un gimnasio en USA, mientras yo vivía allá, y nos descubrimos miembros de la misma minoría a traves de un chat de America Online. Un tipo de treinta y pocos años, casado con una Latinoamericana despampanante con la cual tenía dos hijas.Después de años de saberse gay, se encerró un fin de semana en un hotel a pensar en como seguir, y decidió separarse de un día para otro. Claro, él lo sabía desde antes de casarse, y ya había tenido alguna experiencia en esa época. Después de casado fue fiel a su mujer hasta que decidió separarse. Inicialmente se mantuvo muy cerca de su familia, un par de kilómetros, en el mismo suburbio de Nueva York. Allí fue que nos encontramos la primera vez, después de chatear en AOL, y recuerdo haber pasado la tarde oyendo esa maravillosa música africana, cantos llenos de ritmo, juegos de voces, que traen imágenes de Africa. Karl era africano ciento por ciento, añoraba Africa, amaba a Africa. Quería volver a su patria. Un africano más alto que yo, rubio de esos que tienen dos tonos, uno más oscuro y uno más claro, dirty blond creo que es el término correcto. Con un cuerpo bien cuidado, después de todo lo conocí en el gimnasio. Con un torso fuerte, marcado, velludo. Era realmente muy atractivo el boer éste. Nunca tuvimos más que una amistad, aunque dos o tres veces nos sacamos la calentura en forma muy efectiva. No podría decir que hubo una relación, pero esas pocas veces fueron memorables.Por esos días yo había conocido a John, un italiano bien diferente físicamente de Karl, mas aceitunado que blanco, pelo negro, fibroso y bueno, algo de siciliano parece que tenía. Ya tengo tradición de presentar amigos que terminan enganchando y teniendo relaciones apasionadas y tormentosas que eventualmente me vuelven a penar. Asi pasó con Jack y Karl. En algún momento de poca lucidez se me ocurrió presentarlos, poca lucidez, porque a partir de ese momento dejé de tener los privilegios que tenía con ambos. Y empezaron una relación apasionada, con cuento. Karl convenció a Jack, italiano de familia católica conservadora, de salir del closet, al menos con sus padres. El proceso fue muy difícil para él, y necesitó el apoyo de Karl a cada paso, y francamente creo que sólo lo hizo por él, a pesar de estar convencido de que con eso iba a amargarle la vida a sus padres. Pero estaba tan absolutamente enamorado de Karl que creo que hubiera hecho cualquier cosa que éste le hubiera pedido. Eso duró como seis meses, y en eso Karl decidió ir a vivir a Manhattan, dejando el suburbio de Connecticut donde también vivía Jack. Y también decidió dejar a Jack, para partir de nuevo con su vida en la ciudad. Destrozado no alcanza a definir como quedó Jack por esos días, y por supuesto llegó a llorarme a mi, como si por haberlos presentado yo hubiese tenido alguna responsabilidad. Quería que intercediera con Karl, porque a él no lo quería oir, me contó todo lo que había hecho para complacerlo, como le había causado dolor a sus padres, y me confesó que realmente necesitaba a Karl, que la vida era muy difícil sin él. Muy a mi pesar traté de interceder, qué ingenuo era en esos tiempos. Ahí vi el lado frío de Karl, el boer, no el africano de las canciones rítmicas. Que se cree Jack? Que soy su niñera? Se acabó, problema de él si se apegó tanto… ¡Cambio y fuera!No fue la última vez que lo vi. En ese periodo en que dejé a mi familia, hace ya más de ocho años, terminé viviendo en un edificio del West Side de Manhattan. Karl vivía en el edificio contiguo, parte del mismo complejo. Terminé una noche durmiendo con él, su departamento tenía mejor vista que el mío, y además me sentía muy solo. A esas alturas a Karl lo carcomía la añoranza por Africa, y ya tenía preparado su regreso a la madre patria. Yo estaba por ir a Sudáfrica por negocios, algo con el Ministerio de Hacienda. Ya con un gobierno democrático los bancos de inversión norteamericanos estaban en condiciones de hacer negocios con el estado sudafricano. Su consejo fue que no fuera, que sus compatriotas eran muy racistas, y que ser latino no era la mejor carta de presentación. Me pareció curioso el consejo, pero tenía razón, los mandos medios en Johannesburg seguían en manos de la minoría boer, y no eran muy abiertos de mente. No fui a Sudáfrica, fue un compañero de trabajo negro, hijo de un embajador miembro del cuerpo diplomático de Estados Unidos. No le fue bien…Me imagino que Karl ahora está de vuelta en Sudáfrica y estará disfrutando del verano que comparten con nosotros, los argentinos, los australianos, los neozelandeses y los uruguayos. Bien exclusivo el club veraniego en esta época.Hoy recibí un e-mail del pasado. Encontré su e-mail al pie de un artículo que escribió en un diario y bueno, le mandé una notita a ver si se acuerda de mí. Hoy Keith me respondió desde las profundidades de la nieve neoyorquina. Sorprendente que todavía se acuerde de mí, y hasta me recordó algunos detalles que se me habían olvidado. Está muy bien, aunque terminó su relación después de ocho años y está soltero nuevamente. ¶ 1:01 AM

 

Nieve en Nueva York

Monday, January 24, 2005

Nieve en Nueva York, a quién carajo le importa, pero ayer nevó en Nueva York y el Central Park quedó cubierto por mas de cuarenta centímetros de nieve. Nieve polvo, porque ha hecho mucho frío, no esa nieve sopa que generalmente cae en la ciudad, que parece un granizado mal hecho, al que le faltó el sabor. Los ni;os salen a jugar en la nieve, con sus trineos, arropados y con guantes para hacer monos de nieve. Un recreo para esos niños urbanos, ver todo el cemento recubierto de nieve. Una alegría para la mayoría, como Markita Weaver, de 10 años, que salió de su casa en Brooklyn y se sentó a esperar a una amiga en un cerrito de nieve que había junto a la calle. El chofer de la máquina barrenieves ni siquiera la vió cuando dobló la esquina, apurado en limpiar las calles para que la ciudad volviera a la vida. Tampoco se dio cuenta cuando la máquina la golpeó y le arrojó sobre la nieve dejando un charco rojo alrededor de su cabeza, que contrastaba con el blanco de la nieve. El barrenieves siguió su camino sin más preocupación que dejar limpias las calles, retumbando como un tambor gigante que rueda por la calle. Fue la última nevazón para Markita.El invierno está agarrando vuelo en el norte, mientras Santiago está semi-desierto por el calor. La mejor época que tiene la ciudad y todos los habitantes que pueden la abandonan. Da tristeza ver cómo gente que tiene casas con grandes jardines y piscinas que están en todo su esplendor en estos días, dejan su casa a cargo de una empleada doméstica para irse a una casa chica, incómoda, sin piscina, que con suerte tiene vista al mar en nuestra querida costa donde la mitad del tiempo está nublado. Ganó la empleada…Pero la onda está en las playas porque aquí en Santiago no hay mucha gente. Y menos aun los fines de semana, porque ahí el que no se va es porque es un inadaptado social que no quiere irse, o simplemente está esclavizado por alguna situación que lo retiene en Santiago y no puede salir de la ciudad. Trabajo, enfermedad, falta de plata. Yo me declaro inadaptado, no quiero salir de esta ciudad que se pone tan agradable porque no quiero, porque me importa poco que todo esté pasando en las playas en estos días. Ir al cine el fin de semana en esta época es como si fuera día de semana. El tráfico no existe. El sol pega fuerte pero no mata a nadie, y está el recurso de la piscina que tengo en el jardín.Estuve chateando con un ex que me contaba lo lateado que está del ambiente gay de esta ciudad. Que no hay con quién hablar de algo en serio, de cosas importantes, de trascendencia. Hablar de política, de temas sociales, de economía parece ser de muy mal gusto en el círculo en el que se ha metido y se termina hablando de pelotudeces. Será que se acuerda de los tiempos en que teníamos largas discusiones acerca de esos temas, también de religión, de visiones del mundo, de la trascendencia de las personas. Hablábamos de la muerte y de la vida, y de mucho más. A él lo conocí en la calle, buscando él, buscando yo. Nos encontramos y hubo atracción inmediata. Conversamos, llegamos a mi casa y se quedó a dormir conmigo. Ya tuvimos una conversación seria en la cama, cuando salió la iglesia católica a la palestra, le dije que no tenía nada contra la iglesia, que era la iglesia la que tenía algo contra mí. Porque un homosexual para la iglesia católica no es problema, siempre que no tenga sexo y ni piense siquiera en ello. Pero si se le ocurre actuar sobre lo que su naturaleza le pide, pasa a ser abominable, porque es una práctica antinatural que no conduce a la creación de vida. Curiosamente mi amigo se mostró sorprendido de mi posición. Le dije que por lo mismo se debería prohibir el sexo entre personas reconocidamente estériles, ya que tampoco crea vida, y para que decir que a las mujeres después de la menopausia habría que encerrarlas en un convento. Curioso argumento. Es el mismo en que basan la prohibición de los anticonceptivos.Recuerdo que mientras conversábamos estos temas estaba admirando el lindo torso de mi amigo, muy blanco, para ser verano había sido poco expuesto al sol. Ese torso me quedó grabado en la mente, al igual que el comentario con que me cerró la conversación, en cuanto a que no me preocupara tanto, porque en la jerarquía de los pecados había algunos mucho más graves que la gente comete todo el tiempo sin arrugarse, como la soberbia.Me pareció un poco extraña la conversación en ese momento, pero había algo que yo no sabía. Tuvimos que vernos de nuevo para entenderlo. Sigo cuando pueda volver a escribir. ¶ 10:08 AM

 

De tal palo...

Saturday, January 15, 2005

Quiero aclarar a mis amigos mexicanos que sigo siendo un gran fan de México. Ya saben, quien te quiere te aporrea, uno siempre quiere lo mejor para los que quiere y a veces hay que mirar lo malo para arreglarlo.Mi mejor amigo es mexicano, y es gay. Y aunque sea una locura, es un gran amigo de mi mujer también. De hecho me pone celoso cuánto lo quiere ella y lo bien que lo pasan juntos. Una vez se fueron a Nueva York juntos unos días antes que yo, que tenía que pasar a algún otro lado, y bueno, cuando llegué como que ya no hacía falta…Los dos se lo habían comprado todo, habían ido a todas las partes que yo encuentro lateras de Nueva York. Igual lo pasamos fantástico, fuimos a comer a un restaurante catalán en el east village, y después a bailar a la disco medio ambigua que había en el subterráneo del restaurante. Todos juntos, todos revueltos. Mi amigo mexicano, Esteban, su amigo holandés de Nueva York, Pieter, y su mujer americana embarazada, Jennifer. Y nosotros dos. En fin, somos bien amigos todavía.El pinche Esteban… Una vez nos encontramos en Paris. Nos fuimos al bar Hemingway en el Ritz, donde nos divertimos mucho. Es un bar cl[asico, precioso, elegante, y en la medida que aumentaban las dosis de alcohol, más atrevidos nos fuimos poniendo. La tensión sexual con cualquier espécimen masculino que calzara mas de 30 % en el radar gay se empezó a incrementar violentamente. Disparando a cualquier cosa que fuera razonablemente atractiva. Demasiado para un bar straight como el Hemingway. Pero que mas daba, estábamos en Paris y libres para emborracharnos. Tan libre como lo caro que estaba el Euro, que hacía que cada trago encogiera la billetera en unas 20 lucas chilensis.Cuando yo ya estaba casi listo para irme a dormir, borracho como cuba, el barman, amigo de Esteban, anunció que se cerraba el bar, ya era la hora, last round, you know the routine… Y nos “invitó” a todos a ir a otro bar que quedaba por ahí cerca… a todos los borrachos que quedabamos en el bar a esa hora. Partimos, y cuando llegamos al otro bar ya estaba llenísimo, parece que era el bar de urgencia esa noche. Quedamos parados junto a la barra, a pesar de que había uan gran cantidad de asientos, estaban todos ocupados.Pedimos nuestros tragos, hizo su llegada triunfal el barman del Ritz, un británico medio famoso en el ambiente hotelero de Europa, habrá cobrado su comisión por traer a toda esa gente y después de conversar un rato conmigo, partió a tomar un tren hacia alguna parte donde descubrí tenía mujer e hijos. Mientras lo interrogaba, la mirada se me encontró con la de un francesito muy lindo, muy masculino, pero con esos ojos medio de mina que tienen los franceses (antes que me digan nada, advierto que tengo antepasados que llegaron de Bretagne). Me gustó lo que ví y se lo hice saber con la mirada. Caliente, coqueteándole… provocando. Respondía, medio tímido pero respondía. Lindo el huevón.En eso se para un gorila enorme que estaba sentado al lado del objeto de mi deseo, de verdad grande, tipo oso, peludo y medio feo. Y se acerca a mi con cara de pico… Y me dice “look you asshole, stop looking that way at my friend, he is not gay!” “ you are bothering him”. Puta dije yo, estos franceses si saben inglés cuando les conviene! “Well, he should come and tell me that, my friend, he looks like he’s an adult…”. Y el gorila me insiste, “I’m telling you, leave him alone…!”. Volvió a sentarse con el compadre y yo como si nada, seguí con mi flirteo ocular, a esas alturas no había gorila que me parara, entre la libido sobrecargada y el alcohol... Si las miradas pudieran matar yo hubiese caído acribillado ahí mismo. El gorila me odiaba. Seguí mirando al minazo. Al rato el grandulón me señala su costado, como si tuviera una billetera enorme, pensé yo. No entendía nada, Miraba a Esteban y este más borracho que yo, miraba con cara de pregunta. Y de repente veo que Esteban se pone pálido, con una cara de horror, mientras miraba al gorila. Giré la cabeza para ver y ví como el grandote mostraba la pistola que llevaba enfundada debajo de la chaqueta. La mierda… Eso es lo que quería decir. Que tenía una pistola. Esteban me dijo, “ahora si la cagaste, el pinche gorila está armado”. “Esteban, me vale madre que el gorila esté armado, ¿Qué se va a poner a disparar en este bar tan elegante?¿frente a todo el mundo?, olvídalo…”Y seguí flirteando con el francesito que por lo demás seguía respondiendo con sonrisitas y miradas. Que cagada, a estas alturas era difícil que pasara cualquier cosa, uno, porque yo estaba past the point of no return con la borrachera, y dos, porque la verdad es que en el bar no me iban y disparar, pero si pretendía llevarme al compadre al hotel… eso era otra cosa. El jueguito siguió hasta que fueron cerrando el bar y nos echaron a todos a la calle, y salimos juntos con los franceses. Era un grupo grande, no solo el gorila y el minazo. Varios otros tipos bastante fornidos, muy fit, muy atractivos… Les metimos conversa a la salida, Esteban habla buen francés, yo apenas. En fin, descubrimos que eran policías de Paris en una noche de franco. Tan lindos ellos… Era todo un juego, y nunca sabré si el tipo era o no era gay, con estos europeos nunca se sabe. Ni importa a veces, porque puede para cualquier cosa con ellos.Entonces, ¿A quien le puede extrañar que mi hijo se haya emborrachado y terminado golpeado por policías mexicanos en Cancún? Quien lo hereda no lo roba… Que sea straight por no lo libra de ser un imprudente igual que su padre.Frustrado, partí al hotel, acompañado por Esteban para que no me perdiera, y por el camino pasamos frente a Tiffany’s. He comprado tantas porquerías en esa tienda que sentí una urgente necesidad de marcar territorio… Claro, con todo lo que me había tomado, mear en la puerta de Tiffany’s parecía como lógico.No se como lo hice, pero cuatro horas después estaba sentado en una mesa de desayuno negociando alguna gran pelotudez, rodeado de ejecutivos serios y bien trajeados. ¿o igual de serios y bien trajeados que yo?... ¶ 1:41 AM

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