Friday, October 06, 2006

 

Etiquetas sexuales

Thursday, February 24, 2005

¿De que se trata ser homosexual? Cuesta un poco definirlo, y me gustaría tener la seguridad de algunos para decir que es una cosa tan clara e indiscutible. Pero me queda claro que no es el gusto por el tipo de sexo que las mayorías de la calle piensan que es sinónimo con ser maricón, es decir un macho montándose a otro macho, y teniendo sexo anal. Ese sexo es un lío, requiere lubricantes artificiales, posiciones incómodas y también es cierto que los tamaños de las anatomías no coinciden. No hay mucha elasticidad como para que las cosas se ajusten sin enormes dolores. Y por último, discúlpenme la falta de delicadeza, siempre puede terminar todo hecho mierda… No estoy diciendo que el sexo anal sea anti-natural, ni tampoco es la idea darle combustible a los curas que nos quieren mandar a la hoguera para reservar esas prácticas a la privacidad de las sacristías y seminarios. Simplemente estoy diciendo que no es parte de la esencia de la homosexualidad como piensa las mayorías.Por otra parte, quiénes me conocen saben que me cuesta mucho aceptar las etiquetas sexuales que por ahí se trata de imponer, y con las cuáles se trata de rayar la cancha, limitando lo que es comportamiento políticamente aceptable de acuerdo a la etiqueta que se te asigna. Las etiquetas de “hetero”, “gay” o “bisexual” no son para mi mas que puntos de referencia en un espacio de varias dimensiones donde puede caer la sexualidad de cada uno. Bueno, si eso lo dijo Kinsey hace tiempo, aunque para el la cosa es lineal, para mi que tiene mas ingredientes y es multidimensional.Ayer llegó mi mujer de un largo viaje, con mis tres hijos. Hacía más de tres semanas que no nos veíamos. Periodo en el que he estado instalado solo en una ciudad llena de hombres que parecen andar en celo buscando otros hombres. Como cualquier ciudad del mundo pero con clima tropical, concepciones sociales desprejuiciadas, prosperidad y con un gran número de turistas buscando emociones fuertes. Es decir, en Miami el que no tira es porque no quiere.La vi salir de aduana y se me iluminó el día, es una mujer lindísima con medio siglo a cuestas que nadie se imagina que tiene. Me entusiasmó igual que cuando me enamoró con la mitad de la edad que tiene ahora, y de golpe recordé porqué mi vida se armó como se armó.Llegaron temprano, cansados. El día anterior había estado preparando todo para la llegada, comprando las comidas que a cada uno le gusta, limpiando y ordenando todo para que les resulte agradable la estadía. Pensando las cosas que haríamos juntos y tratando de despejar tiempo para pasar con ellos.Tomamos desayuno, uno bueno, con todas las provisiones que había salido a recolectar el día anterior. Y decidimos que todavía lo mejor que podíamos hacer era volver a dormir. Con mi mujer tenemos un acuerdo no escrito sobre que lado de la cama le corresponde a cada uno. Yo el izquierdo, ella el derecho. Llevamos décadas así.Nos acostamos abrazados para descansar, pero, por primera vez desde que tengo memoria, en los lados cambiados de la cama. Porque en todo este tiempo había tomado la costumbre de instalarme en ese lado por la ubicación del reloj despertador. Nos quedamos abrazados medio dormitando, y al poco rato hubo que enfrentar la dura evidencia de mi entusiasmo. Fue delicioso y terminamos cada uno en el lado correcto de la cama.El sexo con una mujer es fácil, fluido, no hay incomodidades. Está todo hecho para que sea así. Claro, si de eso depende la supervivencia de la especie. Puede ser bueno, malo o atroz, al menos eso he sabido, porque atroz no me ha tocado. Soy hombre de una sola mujer, supongo que a veces puede ser atroz.¿Será que el Huracán se volvió heterosexual y está convirtiéndose en un renegado? NO, por ningún motivo, pero no le pongan etiquetas a un huracán, que se va a volar. Si mientras dormitaba abrazado de nuevo, al lado correcto de la cama, no podía dejar de pensar que tenía que llamar a Steve, el Californiano.El día anterior sonó mi celular a eso de las tres de la tarde. Era Steve, que me llamaba desde su solitaria casita a orillas del Main, y le dije que no podía hablar con él en ese momento porque estaba en el medio de una discusión con un vendedor de autos. Me dijo que lo llamara al día siguiente, porque ya se iba a la cama. Si, Steve se acuesta con los pollos. Disfruté cada segundo que oí su voz, maldije el momento que se me ocurrió ir a mirar autos, y anoté mentalmente que lo tenpia que llamar al día siguiente. A mi amigo Steve, que es el hombre a quién mas amé alguna vez. Con quién el sexo era mediocre, difícil, esforzado porque nos queríamos. Siempre le impuse que mi lado de la cama era el izquierdo sin derecho a discusión. El siempre dormía sólo, por lo que no había rollo con eso.Y a pesar de lo mediocre del sexo, lo amé por años y años, y todavía vibra algo en mi cuando oigo esa voz. Lo amé mas que a Andrew, que a Keith, que a Karl el Boer, y que a José, el que hoy es ex-cura.Y es ese amor el que me demuestra que soy, entre otras cosas, homosexual. Que tengo una sensibilidad distinta de otros hombres por ahí que se acercan mas a ser etiquetables como heterosexuales. Que mi sensibilidad se parece más a la del tipo de la oficina de enfrente que es gay fuera del closet y casado con libreta con un campeón de natación.Y si no hubiese llegado a tener sexo anal en toda mi vida, igual sería homosexual, a pesar de las percepciones populares. ¶ 3:43 AM

Comments:
jajajajajjaaj genial. este post es un clásico... reservando para la sacristía... jajajaja y tus declaraciones sobre lo que es ser homosexual... un clásico, simplemente.

saludos!
 
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