Friday, October 06, 2006

 

Nieve en Nueva York

Monday, January 24, 2005

Nieve en Nueva York, a quién carajo le importa, pero ayer nevó en Nueva York y el Central Park quedó cubierto por mas de cuarenta centímetros de nieve. Nieve polvo, porque ha hecho mucho frío, no esa nieve sopa que generalmente cae en la ciudad, que parece un granizado mal hecho, al que le faltó el sabor. Los ni;os salen a jugar en la nieve, con sus trineos, arropados y con guantes para hacer monos de nieve. Un recreo para esos niños urbanos, ver todo el cemento recubierto de nieve. Una alegría para la mayoría, como Markita Weaver, de 10 años, que salió de su casa en Brooklyn y se sentó a esperar a una amiga en un cerrito de nieve que había junto a la calle. El chofer de la máquina barrenieves ni siquiera la vió cuando dobló la esquina, apurado en limpiar las calles para que la ciudad volviera a la vida. Tampoco se dio cuenta cuando la máquina la golpeó y le arrojó sobre la nieve dejando un charco rojo alrededor de su cabeza, que contrastaba con el blanco de la nieve. El barrenieves siguió su camino sin más preocupación que dejar limpias las calles, retumbando como un tambor gigante que rueda por la calle. Fue la última nevazón para Markita.El invierno está agarrando vuelo en el norte, mientras Santiago está semi-desierto por el calor. La mejor época que tiene la ciudad y todos los habitantes que pueden la abandonan. Da tristeza ver cómo gente que tiene casas con grandes jardines y piscinas que están en todo su esplendor en estos días, dejan su casa a cargo de una empleada doméstica para irse a una casa chica, incómoda, sin piscina, que con suerte tiene vista al mar en nuestra querida costa donde la mitad del tiempo está nublado. Ganó la empleada…Pero la onda está en las playas porque aquí en Santiago no hay mucha gente. Y menos aun los fines de semana, porque ahí el que no se va es porque es un inadaptado social que no quiere irse, o simplemente está esclavizado por alguna situación que lo retiene en Santiago y no puede salir de la ciudad. Trabajo, enfermedad, falta de plata. Yo me declaro inadaptado, no quiero salir de esta ciudad que se pone tan agradable porque no quiero, porque me importa poco que todo esté pasando en las playas en estos días. Ir al cine el fin de semana en esta época es como si fuera día de semana. El tráfico no existe. El sol pega fuerte pero no mata a nadie, y está el recurso de la piscina que tengo en el jardín.Estuve chateando con un ex que me contaba lo lateado que está del ambiente gay de esta ciudad. Que no hay con quién hablar de algo en serio, de cosas importantes, de trascendencia. Hablar de política, de temas sociales, de economía parece ser de muy mal gusto en el círculo en el que se ha metido y se termina hablando de pelotudeces. Será que se acuerda de los tiempos en que teníamos largas discusiones acerca de esos temas, también de religión, de visiones del mundo, de la trascendencia de las personas. Hablábamos de la muerte y de la vida, y de mucho más. A él lo conocí en la calle, buscando él, buscando yo. Nos encontramos y hubo atracción inmediata. Conversamos, llegamos a mi casa y se quedó a dormir conmigo. Ya tuvimos una conversación seria en la cama, cuando salió la iglesia católica a la palestra, le dije que no tenía nada contra la iglesia, que era la iglesia la que tenía algo contra mí. Porque un homosexual para la iglesia católica no es problema, siempre que no tenga sexo y ni piense siquiera en ello. Pero si se le ocurre actuar sobre lo que su naturaleza le pide, pasa a ser abominable, porque es una práctica antinatural que no conduce a la creación de vida. Curiosamente mi amigo se mostró sorprendido de mi posición. Le dije que por lo mismo se debería prohibir el sexo entre personas reconocidamente estériles, ya que tampoco crea vida, y para que decir que a las mujeres después de la menopausia habría que encerrarlas en un convento. Curioso argumento. Es el mismo en que basan la prohibición de los anticonceptivos.Recuerdo que mientras conversábamos estos temas estaba admirando el lindo torso de mi amigo, muy blanco, para ser verano había sido poco expuesto al sol. Ese torso me quedó grabado en la mente, al igual que el comentario con que me cerró la conversación, en cuanto a que no me preocupara tanto, porque en la jerarquía de los pecados había algunos mucho más graves que la gente comete todo el tiempo sin arrugarse, como la soberbia.Me pareció un poco extraña la conversación en ese momento, pero había algo que yo no sabía. Tuvimos que vernos de nuevo para entenderlo. Sigo cuando pueda volver a escribir. ¶ 10:08 AM

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