Friday, October 06, 2006

 

Orgasmos

Thursday, February 03, 2005

ColoradoUn estado en el medio de USA, mi favorito en ese país. Curioso que me guste un estado lleno de montañas, ya que montañas no faltan en Chile. Para que salir a buscarlas por otros rumbos, dirá alguien. Pero lo lindo es que cuando nuestras montañas estan en pleno verano, bajo un sol radiante y derritiendo sus hielos para regar los frutales del Valle Central, las montañas de Colorado están pintadas de blanco por la nieve. También me gustan las montañas de Colorado y Nuevo México porque son montañas vivas, pobladas, llenas de pueblitos a mucha altura sobre el nivel del mar. No como los Andes Centrales chilenos, que apenas tienen unos poquitos pueblos a media altura. Prácticamente los únicos pueblos a alturas mayores de los 2.000 m.s.n.m. son Farellones y los campamentos mineros de Codelco. En Colorado hay muchos pueblos a esas alturas, y se encuentran en “valles” altos o en planicies de mucha altura. En realidad sólo la mitad oeste del estado esta ocupado por montañas, y hay algunas que alcanzan alturas respetables, aunque enanas en comparación con los Andes que tenemos en el patio trasero de nuestras casas. La capital de Colorado es Denver, una ciudad que desde hace años mi mente relaciona con la imagen de un pueblo del oeste americano, de calles anchas y polvorientas, con edificios bajos de ladrillo o madera, carretas tiradas por caballos y jinetes transitando entre peatones intentando ser elegantes y urbanos pero que a la primera que se descuidan meten los zapatos de charol en una plasta de caballo. Todo esto con un fondo de música de western italiano, la tierra temblando por el tráfico de carretas y caballos, y montañas nevadas a lo lejos. A lo largo de esas calles hay bancos con nombre de líneas de diligencia, movimiento incesante, gente llegando a buscar una nueva vida en el oeste, descargando sus bártulos en este nuevo mundo del oeste. Búfalos haciendo temblar la planicie en su loca carrera a ninguna parte, indios libres y orgullosos, enormes planicies planicies intocadas al borde de la montaña.Hoy día Denver tiene un aeropuerto con un perfil modernísimo, que supuestamente imita las montañas de Colorado. Yo cada vez que lo miro me imagino un poblado de tiendas indias, teepees, esas carpas cónicas de cuero de búfalo que usaban los indios de las planicies. Un poblado hacinado, como protegiéndose unos a otros mientras esperan el ataque del general Custer o alguno otro genocida del siglo XIX. El aeropuerto tiene trenes subterráneos, sistemas complejos de movimiento de equipaje, tráfico incesante de aviones y está lleno gente conectando hacia cientos de destinos, que nunca llegarán a ver la planicie de cerca y menos conocer Denver. El centro de la ciudad está poblado de rascacielos con logos de alta tecnología, autopistas de tres y cuatro vías para cubrir los miles de hectáreas de la planicie dónde se ha expandido la ciudad. No quedan búfalos en la planicie, para verlos hay que ir a buscar alguno en una reserva especial, un museo de lo que era la planicie. La unica vez que he visto uno fue por ahí cerca de Nueva York, a miles de kilómetros de Denver. Tampoco se ven indios de las planicies, aunque por una alta suma se puede comprar un penacho de cacique en una tienda de souvenir. La montaña que había de fondo en la imagen épica que todavía hay en mi mente hoy día está llena de centros de esquí de nivel internacional, lugares como Vail, Aspen, Breckenridge, Steamboat Springs o Telluride. Atraen gente de todo el mundo por sus excelentes pistas de esquí y buena nieve seca, pero además de las pistas, por su vida nocturna, restaurantes excelentes, bares, tiendas y actividades para todos los gustos. Hace poco terminó la semana gay de Aspen, ahora están en otra, los X-Games. Los juegos olímpicos de los deportes extremos en su versión de invierno. Snowboard en disciplinas que no se consideran para las olimpíadas, esquí Freestyle y otras competencias por el estilo. Es la semana de los “loquitos”. La semana anterior fue la de las “loquitas”. No se a cual hubiese preferido ir, si a la de las loquitas enfiestadas a ver la útlima moda en ropa de nieve y los culos mas sensacionales moviéndose al son de la música electrónica, o a la de los loquitos, a ver todos esos atletas machotes que se juegan la vida en unas piruetas demenciales para generalmente caer parados. Me da la impresión que el ambiente en los X-Games es algo homofóbico, al menos superficialmente. Porque me consta que algunos de esos machotes atléticos son tan gay como cualquiera de las loquitas de la semana anterior. Pero claro, los X-Games son de ESPN, por lo que se muestra lo que el público quiere ver. Ambiente ambiguo ese de los juegos, me confunde, porque cualquiera de estos competidores puede tener un aspecto totalmente alternativo, muy gay en su estética, y se r un heterosexual himofóbico como el que más. Y otros muy de aspecto tradicional que se morían de ganas de llegar una semanita antes a Aspen con las loquitas. Si me dan a escoger, me quedo con las dos semanas, con las loquitas y los loquitos. Creo que serían unas vacaciones ideales.No estuve ni en una ni en la otra de estas semanas, los X-Games los vi por la televisión desde otro centro de esquí en Colorado, uno mas cerca de Denver al que fui por el fin de semana a detrozar lo poco bueno que le va quedando a mi columna vertebral y a mis rodillas bajando a velocidades demenciales entre obstáculos de nieve, árboles y esquiadores. Leí que esquiar por nieve polvo, la nieve recién caída, profunda, seca y liviana, es como un orgasmo. Lo es, y si la bajada es larga, es un orgasmo que dura mucho as que un orgasmo sexual. Y no necesitas a nadie más para conseguirlo. ¡Es cierto! Nevó el sábado en la noche y me tocó la suerte de ir pasando por el cabezal de una pista difícil, que tenía su nieve fresca totalmente virgen, justo en el momento en que un patrulla de esquí estaba sacando las cuerdas que la bloqueaban para abrir la pista al público. No lo dudé un segundo y me largué por esa mantequilla blanca que vi a mis pies. Que delicia, mejor que muchos orgasmos poco felices, y fueron como cinco minutos de navegar sobre esa superficie de nubes. Hasta que se acabó, y llegué a una travesía para volver al andarivel de base. Larga travesía por un bosque plano, patinando sobre los esquís para avanzar sin pendiente. Valió la pena, la decisión de lanzarme antes de que alguien anunciara la apertura de la pista. Volví a subir y me metí de nuevo por esa pista de polvo. Pero la mantequilla ya estaba toda revuelta, en camino a convertirse en queso, habían pasado decenas de esquiadores y snowboardistas pisoteando hasta el menor espacio que quedaba con nieve virgen. ¿Habrá que tratar así a vírgenes de toda laya? Bueno, me quedó claro que si te abren la posibilidad de ser el primero, ni la pienses y lánzate, porque si te demoras y vuelves después, poco va a quedar que no haya sido recorrido por otros. ¡Y el orgasmo de un polvo virgen es incomparable!Ya se que me van a decir que soy un elitista, que Barro no ha esquiado nunca, y que a quién le importan los figuras orgásmicas de un Huracán pasadito de edad. Pero es mi vida y así la cuento. ¶ 10:51 AM

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