Tuesday, January 02, 2007

 

Nunca Comas Solo

Sunday, March 13, 2005
Hace unos diez años fui a una fiesta en Manhattan. Una fiesta muy entretenida que hizo un amigo mío para celebrar la alegría de su vida, un tiempo después de salir del closet y haberse divorciado de la que fue su mujer por mas de 20 años. Fue una fiesta a la que sólo invitó hombres gay, algunos, la minoría, todavía en el closet, otros totalmente fuera. Todos ellos exitosos en sus distintas actividades, que iban desde el chef de Leona Helmsley, un argentino precioso, hasta artistas, corredores de bolsa, escritores y profesionales jóvenes exitosos. La mayoría de ellos atractivos, buenos conversadores, relajados, nadie andaba de cacería, todos en buena onda de pasarlo bien muy civilizadamente en la casa de mi muy próspero amigo.

Un tipo algo mas joven que yo me llamó a atención, extraordinariamente atractivo, masculino, tipo mediterráneo con ojos claros. Tan atractivo que me intimidaba, me inhibía de hablarle, pero por alguna razón me acerqué a él. Bueno, por una razón obvia, me tenía fascinado el sólo mirarlo. Y en eso me sentí atrapado por una especie de encanto de serpiente en que Keith, asi se llama, me habló de algo, o me preguntó mi nombre y en unos pocos segundos estaba conversando conmigo como si hubiésemos sido amigos de toda la vida. Mi líbido subió violentamente, y mas aún al rato cuando tomó un papelito y me escribió su nombre y su teléfono en Chicago, que era dónde él vivía en esa época. Me lo dio y me dijo que siempre hacía una comida para amigos, hombres solos, en Thanksgiving, el día de acción de gracias de los gringos, y que le encantaría que yo fuera. Me pasé todas las películas posibles acerca este ejemplar masculino que era obviamente tremendamente inteligente, buena pinta y encantador. El marido perfecto. Guardé como un tesoro su teléfono. Pero no había posibilidad alguna de ir a su departamento en Chicago para Thanksgiving, ni soñarlo. Un día me escribió un email para contarme algún tema profesional, lo que me pareció curioso. Otro día lo llamé yo para felicitarlo por algo que salió mencionado en el Wall Street Journal sobre una promoción que tuvo en su carrera. Me emocionó ver su nombre en un diario tan importante. Me contestó y me propuso juntarnos a almorzar la próxima vez que viniera a Nueva York, lo que me encantó. Y un día me mandó un mail para concretar ese almuerzo, en un día en que yo justo tenía que viajar a otro lado. Más adelante volvió a llamarme. Me sorprendió lo amable que era y lo interesado que estaba en verme a mi…si, a mi en un viaje que hiciera a Nueva York. De nuevo me pasé películas, a pesar que me resultaba increíble que siquiera se acordara de mi. En fin, nunca llegamos a coincidir, por más intentos que hizo Keith. Lo lamenté.

Pasó algo más por ahí que me sorprendió, conocí a alguien que lo asesoraba profesionalmente en ciertas materias que lo hacían ser muy cercano a él, pero que no tenía la menor idea de que Keith era gay. Y pensaba que Keith era un niñito de familia rica de Chicago porque estaba en media docena de directorios de obras benéficas y culturales de Chicago. Me dejó intrigado. Pasó el tiempo y lo olvidé. Volví a Chile, olvidé a Keith, olvidé que no había almorzado con él. Olvidé todo el episodio.

Hace unas horas estaba en el Borders de Park Avenue con la 57, una librería enorme en pleno centro de Manhattan, y me encuentro un libro recién publicado, de tapas naranjas, escrito por adivinen quién. Keith. "Nunca comas sólo, y otros secretos para el éxito, de a una relación a la vez". Describen en la contratapa a Keith como “maestro de construir relaciones”. Y trae una foto de él, ha envejecido bien… se cuida el hombre.
Después de hojear el libro me di cuenta de que establecer relaciones y cultivarlas es una forma de vida para él. Comprendí por qué me llamaba, y que me había pasado películas solo por mi increíble ingenuidad de late bloomer. Hace un rato encontré una entrevista que Keith le dio The Advocate en el año 2001, ya fuera del closet, en la que habla de su pareja con quién vivía ya hacía 10 años…

El mundo es chico, y es redondo… ¶ 12:45 AM |

Comments:
Te lo perdiste man a lo mejor pudiste ser su pareja. en fin otra vez será
 
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