Thursday, May 25, 2006

 

Libertad

Saturday, November 06, 2004
Que linda es... la libertad. Y que mi amigo Steve hubiera votado por W no me importa, es mi amigo igual. Es libre de votar como quiera. Ya llegué a USA y además de amargura se respira algún ánimo de recomponer las cosas entre los bloques político-culturales en que se dividió el país para esta elección. Veo como rápidamente se revisan las posiciones de los que juraron que se irían del país si re-elegían a Bush, cualquier excusa sirve, pero no se van porque la libertad les gusta y a pesar de que la puedan haber abollado un poco con el Patriot Act, Estados Unidos sigue siendo él más libre de los países grandes. Con Bush o sin Bush, son muchos los que quieren vivir acá, con derecha evángelica y sin matrimonio gay, con guerra y sin naciones unidas, a la hora de los quiubo... sirve igual. ¿Canada? ¿de verdad? Lindo, libre, tolerante, democrático, pero ¿quieres vivir ahí? ¿en serio?

Mi amigo no votó, no le llegaron los papeles, bueno y que más da, California era de Kerry. Pero hubiera usado su libertad para decir que a pesar de las cosas como la guerra, no quiere pagar mas impuestos, y es libre de hacerlo. No lo pensó dos veces. Bien por él, si es lo mejor que tiene para decir. Pero estoy seguro que el día que de verdad sienta amenazada la libertad la cosa sería otra. La guerra cultural va a seguir, porque hay libertad. Si no, no habría debate por estos temas. Hay quienes dicen que la elección la ganó Bush con las tres G's, Gays, God and Guns... y no pudo ganarla Kerry con Irak, el terrorismo o la economía. Es decir, la mayoría de los norteamericanos mandaron un mensaje a sus líderes acerca del tipo de sociedad que quieren tener, manteniendo la premisa básica de libertad. A muchos no nos gusta y algunos lo consideran ofensivo, pero son los valores que predominan en esta sociedad.

Cuesta entender que los mismos que se oponen vehementemente al aborto, por un tema de valores, de respeto a la vida, son capaces de aplaudir cuando se arrasan poblados iraquíes incluyendo madres embarazadas, niños y ancianos, y son los mismos que no dudan en aplicar la pena de muerte a otro ser humano. Los mismos que leen las escrituras en forma literal cuando el texto refuerza sus prejuicios, pero las ignoran olímpicamente cuando les complicaría la vida seguir las exigencias bíblicas. Los mismos que se hacen llamar cristianos, pero cuando se les recuerda que el mensaje central de Cristo es de amor al prójimo, su definición de prójimo incluye sólo a los que piensan como ellos. Pero eso es la libertad, y lo que permite que puedan pensar así es el mismo privilegio que me permite a mi disentir profundamente de ese pensamiento. Los derechos básicos de la constitución de Estados Unidos son los son los que dan el marco para esta lucha cultural. Y vendrán otras batallas que las ganará el pensamiento liberal. Por ahora, vamos a ver muchos evangélicos dictándonos cátedra, y muchos liberales hablando de teocracia. pero la firme es que el péndulo sigue oscilando y está libre para moverse...

Ya parece que fue hace siglos que me subí al jumbo de Lufthansa, por la diferencia de horas al cruzar el atlántico. Y de la puteada que le mandé al sobrecargo por hacer su trabajo. Me alegró ver que el sobrecargo que me tocó tiene apellido español, lo que me creó una expectativa de trato amable y alguna flexibilidad de esa que no se ve mucho en los tripulantes de esa línea aérea. Hasta me coqueteó cuando se sentó frente a mi para el despegue. Que desilusión cuando una vez en vuelo me paré a buscar mi frazada para arroparme a dormir se acercó a retarme con acento y tono germano... “you MUST sit down” “Fasten your seat belt !!” “ There is turbulence!!” El avión volaba suave como si fuera por un riel. Como si a estas alturas este perro viejo no supiera que ponen el cartelito para que los peatones no molesten al pasar con el carro de la comida. Me subió la leche, el tono autoritario, la falta de sueño... le rompí las pelotas y le contesté en la forma menos germana y más fuera de lugar que se me ocurrió “Hey, cut me some slack, don’t make life hard on me, OK? Just leave me alone…” Pocas veces había visto una cara de sorpresa como la que puso. Cuando me empezó a dar un sermón acerca de lo peligrosa que es la turbulencia y la responsabilidad de Lufthansa lo corté en seco y lo mandé a buscarme unos calcetines para poder sacarme los zapatos. Inmediatamente me arrepentí de mi rotería y me jodió el resto del viaje haber sido tan antipático. Un par de minutos después se me apagó la tele. Cuando volvió la luz, horas después, empezamos a cruzar palabras y eventualmente intercambiamos sonrisas. Me despedí con un cariñoso gracias y se arregló el día. Un psiquiatra se daría un banquete analizando ese episodio en contraste con la noche anterior…

Claro termino posteando esto cuando ya llegué a Chile, porque anoche el ancho de banda en el aeropuerto me falló… es decir, si esperaba a que se posteara perdía el vuelo...

¶ 1:51 PM

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